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¿Cómo afectan las pantallas a nuestra visión?

La estampa diaria en el metro, en la calle, en los bares y restaurantes de las personas mirando el móvil está más que vista y comentada por todos. Los dispositivos móviles se han convertido en una extensión nuestra que consultamos a diario y durante muchos micro-momentos que suman horas y horas de nuestros días. Un estudio de la consultora TNS confirma que la media de los españoles es de tres horas diarias, aumentando a cuatro horas y media cuando se habla de ciudadanos menores de 25. Pero, ¿somos conscientes de los daños que puede sufrir nuestra visión debido a éste hábito?

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La luz azul es la que desprende éste tipo de dispositivos, es altamente energética y puede ser peligrosa para el ojo. Aunque nuestros ojos cuenten con un sistema de auto-protección, reduciendo la cantidad de luz azul que llega a la retina gracias a que los pigmentos que confieren a la mácula ayudan a filtrar las ondas más cortas y a que conforme avanza la edad, nuestro cristalino adquiere poco a poco una coloración amarilla-parda que ayuda a filtrar éste tipo de luz, no es suficiente cuando nos sometemos a un flujo continuo de la misma.

Durante millones de años la luz del sol ha sido la única fuente de luz azul que teníamos. Sin embargo, los dispositivos que trabajan con tecnología LCD/LED son auténticas fuentes de luz azul. Esto supone un problema cuando la distancia del ojo a estas fuentes de luz es reducida y cuando estos dispositivos forman parte de nuestro trabajo y momentos de ocio, pasando muchas horas frente a ellos.

La sobreexposición a la luz azul nos puede afectar de varias maneras. Lo primero que suele verse afectado es nuestro ciclo de sueño, el exponernos de forma continua puede interferir en la producción de la hormona melatonina, ésta interrupción puede alterar el metabolismo de la glucosa aumentando el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. En segundo lugar, la sobreexposición puede provocarnos estrés visual y a largo plazo, alteraciones en las células de la retina del ojo que desencadenen enfermedades como la DMAE o ayudar a la formación de cataratas.

Nuestra principal recomendación es reducir la cantidad de horas que pasamos frente a estos dispositivos. Asimismo, aumentar las distancias, la pantalla del ordenador debería estar a 70cm, la tableta a 50cm y el móvil a 33cm. Por último, si tienes la percepción de que tu visión está siendo afectada, lo mejor será que visites al oftalmólogo. El especialista realizará un estudio completo y obtendrás un diagnostico real de la situación. En Clínica Carreras Candi estaremos encantados de atenderte, no dudes en contactar con nosotros.

Campimetría: la prueba para valorar el campo visual

La campimetría o perimetría visual, es una prueba médica que se utiliza para evaluar activamente las alteraciones del campo visual, es decir, la porción del espacio que puede de captar el ojo sin displazarse. Este examen se utiliza de forma principal pero no exclusiva para controlar la evolución del glaucoma y enfermedades de la retina que causan daños en el campo visual, por ejemplo la retinosis pigmentaria.

También es útil para detectar y controlar otras lesiones de la vía óptica, puesto que analizando la pérdida del campo visual resulta más fácil detectar dónde se ubica la lesión. Además, las alteraciones que pueden detectarse con esta prueba también permiten detectar otras patologías que presentan como síntoma los defectos y anomalías en el campo visual, como los tumores cerebrales, las enfermedades neurodegenerativas, algunas patologías vasculares y problemas como la diabetes o la hipertensión arterial, entre otros.

Existen múltiples técnicas y tecnologías para examinar de forma detallada el campo visual de un paciente: la confrontación de campos, la campimetría dinámica y la campimetría computerizada son las más habituales. Sin embargo, hoy en día, lo más habitual es trabajar con campímetros computerizados que cuentan con la más avanzada tecnología de cálculo y logran obtener un resultado muy preciso.

campimetria

El campímetro o perímetro es el instrumento principal para la ejecución de una prueba de campimetría o perimetría visual, una herramienta computerizada provista de distintos algoritmos que filtran los errores y logran calcular por proximidad el umbral esperado de cada estímulo, agilizando la prueba. Algunos modelos avanzados de campímetro, incluso, van provistos de paquetes de datos estadísticos para poder comparar al instante los resultados con los datos habituales entre diferentes grupos de edad en la población sana.

Esta exploración clínica suele ser llevada a cabo por parte de personal técnico, como auxiliares de enfermería, enfermeros o un optometrista, que garantizará que se cumplan todos los requisitos establecidos de fiabilidad, bajo las instrucciones o la supervisión de un oftalmólogo profesional, que es quien finalmente llevará a cabo la labor de interpretación de sus resultados, la evaluación de los daños observables en el campo visual y tomará en cuenta estos datos para la elaboración de un diagnóstico.

La prueba se suele llevar a cabo en una habitación con poca luz ambiental, con el paciente sentado y con una duración de 5-8 minutos por cada ojo examinado. En primer lugar, se le tapa un ojo al paciente y se le hace observar unas luces centrales de color naranja para que el campímetro tome referencias de su mirada y pueda ponderar los datos obtenidos a lo largo del resto de la prueba.

Representación de la visión central y periférica

Luego al paciente se le presentan varios tipos de ráfagas visuales de distintos grado de intensidad, y el paciente debe pulsar un botón de aviso cada vez que las percibe. Es importante que la persona se concentre en no apartar la mirada de los puntos centrales, ya que lo que interesa en este caso es valorar la visión periférica, no la central, que es lo que ocurriría en caso que el paciente buscara las ráfagas con la mirada.

La campimetría es una prueba relativamente subjetiva, y aunque la tecnología disponible para realizarla ha mejorado mucho, todavía existe cierto margen de error. El resultado de una campimetría puede verse alterado por factores que no tienen que ver con el campo de vision, como su estado anímico, su atención – que puede verse alterada por el cansancio o el consumo de sustancias estimulantes como el café – o simplemente la sensibilidad de la retina. En caso que el oftalmólogo detecte que la prueba se ha visto alterada por alguno de estos factores, lo más corriente es repetir la prueba otro día para volver a obtener resultados, compararlos y obtener un diagnóstico con mayor fundamento.

Si usted percibe un empeoramiento en su visión periférica y sospecha que puede sufrir alguna patología que haya alterado su campo visual, no dude en ponerse en contacto con nosotros y le daremos cita para una visita con nuestros profesionales. Como siempre, pondremos toda nuestra experiencia a su servicio para ofrecerle el mejor diagnóstico oftalmológico.

 

Consejos para proteger los ojos del ordenador

Por todos son conocidas las facilidades y ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías en el día a día de la sociedad moderna actual. Sin embargo, también están provocando problemas oftalmológicos derivados de los largos periodos de exposición a las pantallas.

La cuestión es tan grave que, incluso, ha dado lugar al origen del síndrome de la pantalla de visualización o del ordenador. Algunos de los síntomas más habituales son los siguientes: sequedad en los ojos o exceso de lagrimeo, visión borrosa, fatiga visual, dolor en los ojos (ante la exposición al sol), visión doble, pesadez… Todo ello puede provocar problemas mayores, tales como dolores de cabeza y en las cervicales.

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Autor: ©Alex Neuhoff

Para que el uso de ordenadores, tabletas y dispositivos móviles no conduzca a enfermedades oculares, es imprescindible adoptar unos hábitos saludables para los ojos.

  • Lo primero de todo es no abusar de su uso. Se deben tomar los descansos necesarios para que los ojos no se acostumbren a una pantalla y luego tengan problemas para focalizar: un mínimo de cinco minutos, cada hora frente al ordenador.
  • Una buena hidratación es la clave para que los ojos no se resequen ni se enrojezcan. Cuando estamos frente al ordenador, parpadeamos cinco veces menos que mientras leemos o hacemos vida normal.
  • Se deben guardar las distancias necesarias respecto a la pantalla -a unos 35 o 50 cm del monitor- y hay que estar con la cabeza levemente inclinada hacia abajo, así como tener la iluminación adecuada, sin reflejos ni destellos.
  • El cuidado de los ojos también depende, en gran medida, de llevar una alimentación sana y equilibrada. Las vitaminas A y C y el magnesio favorecen una correcta visión.
  • Por último, se debe acudir al especialista, para someterse a revisiones periódicas  y que sean detectadas, lo antes posible, las anomalías.

Si tienes cualquier molestia o quieres hacernos una consulta, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y te atenderemos con mucho gusto.

Me han bajado las dioptrías

Aunque es algo muy poco frecuente, la gente miope podría un día decir «creo que me han bajado las dioptrías». ¿Pero puede realmente suceder algo así o está reservado solo a Clark Kent? Pues ni un extremo ni el otro, así que veamos cuáles pueden ser las causas de este fenómeno.

El mundo a través de ellas...

Si hay variación en la graduación esta sería mínima.

Seguramente la opción más común es que, aunque se necesite menos graduación, no hayan bajado las dioptrías sino que la persona estuviera «sobre-graduada». Es decir, en vez de llevar su graduación estuviera llevando graduación de más. ¿Por qué? Pues desde un pequeño error en la medición (estamos hablando de media dioptría aproximadamente) hasta que en la última revisión el paciente no enfocara bien al 100% debido al cansancio o el sueño.
Otra opción es haber llevado lentillas entre 24 y 48 horas antes de la medición. Si la lentilla no se ajusta perfectamente al ojo, puede haber aplanado ligeramente la córnea y mejorar la visión ligeramente durante uno o dos días. Para evitar este error, es importante no haber llevado lentillas las horas previas a la nueva revisión, ya que pasado el efecto de la lentilla sobre la córnea el paciente volverá a ver con su graduación habitual.
Más conocido es el efecto de la vista cansada, que cuando aparece en gente miope (a partir de los 40 años aproximadamente) tiene a contrarestar el efecto de la miopía. En este caso podemos decir aquello de «no hay mal que por bien no venga».

La vista cansada puede reducir la miopía.

Estos son los casos más comunes por los que alguien puede haber notado un descenso en su graduación. Si has notado que te han bajado las dioptrías por otro motivo, te recomendamos visitar a un oftalmólogo, aunque solo sea para que te felicite por tu suerte. Con nosotros puedes contactar aquí.