A estas alturas todos ya somos muy conscientes de lo perjudicial que es el tabaco. Cáncer de pulmón o de boca, patologías cardiovasculares o enfermedades pulmonares son los efectos que más comúnmente se relacionan con el hábito del tabaquismo. Como son de sobras conocidas, no vamos a ahondar más en ellas, pero sí vamos a poner acento en el efecto negativo que produce el tabaco en la visión.
El consumo prolongado y reiterado de tabaco multiplica por 5 el riesgo de sufrir DMAE (Degeneración macular asociada con la edad), siendo el factor ambiental que más afecta. En posts anteriores, ya vimos las principales consecuencias que trae la DMAE: dificultades al leer, escribir, conducir o cualquier otra tarea que requiera cierta precisión ocular.
El tabaco – en concreto su efecto oxidante – afecta a todos los vasos sanguíneos del organismo dificultando la circulación y por tanto la recuperación de los tejidos. La retina, irrigada por pequeños vasos sanguíneos, no es ajena a este hecho y esa es la causa de los problemas que puede aportar el tabaquismo a nuestra visión.
Así pues, dejar de fumar será un factor fundamental de prevención de este tipo de enfermedades de la retina.
En el Centro Oftalmológico Carreras Candi podemos ayudarte a prevenir estas dolencias. Pregúntanos cómo aquí.