En este blog ya hemos ido hablando de los diferentes problemas que podemos tener en la vista en función de las estaciones del año: dimos un repaso de lo que sucedía en invierno, advertimos de los contratiempos de la primavera y seguramente lo volveremos a hacer con el otoño. Pero en la época que estamos toca hablar de la estación preferida por casi todos: el verano.
Según algunos estudios, las enfermedades oculares aumentan hasta un 20% en verano. Más que por el clima en sí, esto se debe especialmente al cambio de hábitos que experimentamos y se puede asociar a las actividades veraniegas (playa, piscina, etc…).
Los principales factores de riesgo son los cinco siguientes:
Rayos ultravioleta: el sol brilla con más fuerza en verano y es necesario proteger a nuestra vista de ellos. Las posibles patologías van desde sequedad o irritación ocular hasta melanomas oculares o cataratas. La prevención la dicta el sentido común: gafas de sol homologadas, viseras, aunque la más sencilla sea evitar la exposición solar en las horas centrales del día. En caso de lesiones causadas por los rayos ultravioleta será urgente visitar un especialista.
Cloro de las piscinas: el cloro suele ser un gran enemigo de los ojos en verano, especialmente para los niños que son los que más horas le dedican al chapuzón. Las recomendaciones son otra vez muy sencillas: tratar de evitar el contacto del ojo con el agua clorada y usar gafas de natación.
Sal de mar: este es otro de los problemas oculares más clásicos del verano… la irritación ocular producida por el agua salada del mar. Lo evitaremos fácilmente usando gafas de buceo. En caso de irritación podremos aplicar lágrimas artificiales para mantener el ojo húmedo.
Arena de playa: el otro enemigo de los ojos en la playa es la arena, sobre todo si es muy fina. Deberemos ir con cuidado con ella y lavaremos los ojos con abundante suero fisiológico en caso de que nos entre en el ojo.
Aires acondicionados: suelen producir sequedad e incluso irritación ocular. Recomendamos tener limpios los filtros y el uso de humidificadores de ambiente para evitar dolencias. Usaremos lágrimas artificiales en caso de síntomas.
Estas cinco suelen ser las causas de riesgo ocular más comunes en verano y os aconsejamos que el estar de vacaciones no os prive de prevenirlas. En caso de duda ante estos u otros factores de riesgo, os recomendamos que consultéis con un especialista.
En el Centro Oftalmológico Carreras Candi, estaremos encantados de ayudaros.