El que es miope y va con gafas a la playa sabe que ir a bañarse y volver a la toalla puede ser una tortura. Es muy probable acabar sentado al lado de unos desconocidos si antes no se han tomado las precauciones necesarias.
Para evitar esto, os queremos dar tres consejillos que harán que la vuelta a la toalla no se convierta en una odisea:
- Ir al agua acompañado: la más útil de todas, aunque no siempre posible
- El color de las toallas: fijarse bien en las toallas de nuestro grupo e intentar divisarlas en durante vuelta
- Señales: convencer a nuestros acompañantes que nos hagan señales cuando nos vean perdidos entre la multitud
- Puntos de referencia: podemos tomar puntos fijos como referencia (un chiringuito, un campanario, un toldo, etc…)
Todo esto lo podemos hacer si somos miopes y no queremos perdernos cada vez que nos damos un baño, aunque otra solución menos engorrosa (para nosotros y nuestros amigos) sea ponernos lentillas. De esta forma no se nos escapará detalle en nuestro paseo y no hay peligro de perderlas si vamos con cuidado en nuesto chapuzón.
Pero la solución definitiva es la operación de la vista, con la cuál no dependerás de amigos, toallas o lentillas para volver del agua. En nuestro centro te podemos aconsejar al respecto.