En el post de hoy cerramos el círculo. Hace tiempo, os hablamos de las particularidades de la relación entre la vista y el invierno, después vimos los problemas más habituales que se dan en primavera, algunos meses más tarde vimos algunas precauciones a tomar con nuestra vista en verano. Ahora, como no podía ser de otra manera, nos disponemos a hablaros de lo que pasa en otoño.
El otoño, en cierto sentido, se parece a la primavera. Hay un repunte en las alergias debido a un aumento en los alérgenos, por diferentes motivos: plantas en segunda floración, plantas que solamente germinan en esta estación, moho provocado por la humedad de las lluvias, etc…
Otro de los problemas habituales es el Síndrome del ojo seco. Las causas ya las vimos en profundidad en el post anterior, pero en esta época del año es más notable por el viento y también por los primeros días de calefacción, causas que provocan la sequedad en el ambiente.
Las precauciones son las habituales: para los alérgicos tratar de mantenerse alejado de los posibles agentes alérgenos. Para el caso del ojo seco, será necesario mantener bien hidratado el ojo, usando lágrimas artificiales en caso de ser necesario.
Como siempre, consultar con un especialista es la solución más segura para tener una perfecta salud ocular… también en otoño.